La Ruta de la Sidra de Astigarraga
No hay nada más bonito que la tradición. Visitar otros lugares y conocer su cultura, su gastronomía y sus costumbres, transmitidas de generación en generación, es todo un lujo. Si nos centramos en Euskadi, habría que destacar la ruta de la sidra de Astigarraga como una de las tradiciones más arraigadas. Acudir a una sidrería, beber la sidra directamente de la barrica, comer el menú típico y descansar después en un hotel con encanto en Gipuzkoa, es cita obligada para todos los vascos al menos una vez al año.
Aunque la ruta comienza en la localidad de Hernani, Astigarraga es considerada por muchas personas como la capital de la sidra en Euskadi. En este lugar de tan solo cuatro mil habitantes hay cerca de una veintena de sidrerías que acogen a cientos de visitantes entre los meses de enero y abril, mientras dura la temporada. Es imprescindible acudir, también en Astigarraga, a ver el Museo de la Sidra Vasca-Sagardoetxea, del que hablaremos más adelante en este artículo.
Empezaremos contándote en qué consiste el menú tradicional de sidrería para que vayas abriendo boca: lo primero es un entrante de tortilla de bacalao, de primer plato podremos degustar bacalao frito con pimientos verdes y un chuletón a la brasa. Si queda sitio en el estómago, la comida se completa con un postre tan especial como es el queso Idiazábal acompañado de membrillo y nueces. Este menú, que ronda los 25 euros por persona dependiendo del establecimiento, incluye consumo de sidra sin límite (lo que procede es ir desde la mesa en la que estamos comiendo hasta la kupela, situarnos a dos metros de ella y sujetar el vaso buscando el chorro de sidra que sale cuando un camarero retira el txotx.
¿Qué es el txotx?
¿Y qué es el txontx? Es tan solo un palito, pero de gran importancia, porque permanece insertado en un pequeño agujero del tonel (kupela en euskera) hasta que se extrae y comienza el espectáculo. Entonces es cuando sale disparado varios metros un chorro de sidra que llenará los vasos de los que se acerquen hasta allí y guarden fila religiosamente.
La Ceremonia del Txotx sólo ocurre una vez al año y proclama la inauguración de la temporada de la sidra. Lo que comenzó siendo un acto íntimo para celebrarse entre familiares y amigos, se ha convertido en una ceremonia mediática a la que acuden personalidades y medios de comunicación. Todo comienza en el Museo de la Sidra Vasca. Allí se presentan los datos de la cosecha de la manzana y el invitado de honor (cada año un personaje relevante) plantará un manzano. Más tarde, la comitiva se dirige a la sidrería Zapiain, donde tendrán lugar la sagar dantza (baile de la manzana) y el invitado gritará el tradicional Gure sagardo berria! Para después degustar el primer vaso del caldo de manzana. Es entonces cuando queda inaugurada la temporada de la sidra vasca.
Hacer la ruta de la sidra vasca
Estamos convencidos de que a estas alturas del artículo ya te habremos convencido de que la ruta de la sidra de Astigarraga es un buen destino para cualquier fin de semana, no sólo durante los meses de enero hasta abril. Participar de todos estos actos llenos de simbolismo e historia hará que tu escapada se convierta en algo muy especial.
La idea es salir desde la mañana y hacer un poco de turismo para conocer todos los alrededores, disfrutar de la buena gastronomía vasca y beber toda la sidra que puedas. La jornada será agotadora y no hay nada más placentero que contar con una reserva en un hotel tranquilo para disfrutar después de un día de ruta. Muy cerca de la zona de sidrerías, el Hotel Ixua de Eibar cuenta con todas las comodidades de un hotel boutique para que puedas descansar y disfrutar de la naturaleza.
Museo de la sidra de Astigarraga
Dejamos las últimas líneas de este artículo para hablar un poco más sobre el Museo de la Sidra Vasca-Sagardoetxea. La Casa de Cultura de Astigarraga, situada en un enorme caserón blanco, acoge en uno de sus rincones una exposición sobre la historia de la manzana y la sidra en Euskadi. La muestra está dividida en varias zonas: la de exposición, en la que se pueden ver fotografías, utensilios utilizados tradicionalmente para producir sidra, paneles explicativos… Una segunda zona se sitúa en la parte exterior, donde hay un pequeño monte con un “manzanal pedagógico”, que muestra al visitante todas las variedades de manzanas que se usan para producir sidra (más de 40). El centro de cata y degustación completa este interesante museo.
Ya sólo queda buscar una sidrería y un hotel con encanto en Gipuzkoa para organizar un fin de semana perfecto.